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A la reina[a] la llevan cautiva,
    y los soldados sacan a sus servidoras.
Su llanto es tan triste como el de las palomas;
    se dan golpes de pecho.
Nínive es como un estanque,
    que se desocupa rápidamente.
Les gritan: «¡Alto! ¡Deténganse!»,
    pero nadie hace caso.
¡Agarren la plata! ¡Tomen el oro!
    No hay límite a los tesoros que saquear
    ni a la abundancia de objetos preciosos.

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Footnotes

  1. 2:7 reina Se refiere probablemente a la ciudad de Nínive.